Me desperté con la necesidad de una
promesa de eternidad que sé que ni siquiera existe...
Ser mas que amantes fantasmas que se
encontraron en un tiempo que no debía ser, compartiendo instantes
creyendo que no habrá mañana, ni pasado, ni nadie más, salvo tus
dedos acariciando esta piel que se hizo real al tocarla. Y ahora la
mañana dice que despertamos, que paseamos por calles reales, que
hasta hay veces que hace frío, pero tras nuestra estela de amor
escondido no hay nada, salvo dos sombras fantasmas sin rostro que a
veces se dicen que se quieren con los ojos porque saben que no
existen, porque nadie puede verlos, porque mi piel solo es tangible
cuando la tocas, sino desaparece, porque sus labios solo existen si
los beso, sino solo son anhelos. Y a veces creo que como no
existimos, tan solo somos fantasmas, un día el viento te llevara de
mi lado y no podre retenerte, porque mi mano, que no existe... no
podrá agarrar la tuya, y me quedare palpando el vacío, preguntando
porque no nos hicimos reales cuando pudimos...
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